Dai y Mai





La liebre Dai temblaba sin poder controlarlo. No tenía ni prisa ni miedo, sin embargo ella y la leona Mai compartían una preocupación que hacía estremecer a una y gruír a la otra: el hambre y el frío. Quienes a su alrededor pasaban comentaban era poco acorde con enfrentar una situación el perder cierta ecuanimidad: "Eso es un asunto de humanos, ¡qué vergüenza!".

Bajo el sol de mediodía Dai descansaba un momento. El calor de la luz se esparcía entre su pelo que se esponjaba y la reconfortaba. La misma energía cubría a Mai, quien estiraba sus patas delanteras hacia el frente y el cuerpo hacia atrás creando una onda de relajamiento que corría por su espalda desde la cabeza hasta la cola. 

Mai y Dai guardaban cada una su plan de sobrevivencia, pero no era hoy ni a esta hora que se desarrollarían. Aquella emoción volvería pronto sin duda. Mientras tanto, estos minutos entre una carrera y otra creaban un espacio donde ambas podían sentarse, voltear, simplemente estar ahí, disfrutar esa parte de su humanidad que de otra forma resultaba tan incómoda.











No hay comentarios.: